martes, 5 de mayo de 2015

Alberto Caride: Últimamente es todavía

Siempre me ha resultado imposible
mantenerme cerca del término medio.
A mis poemas en cambio no,
les basta con saborear las cosas
que no sucedieron para descubrir,
con la precisión de un sumiller,
a qué hubieran sabido.

Mis sentidos se me han vuelto imprecisos
con las cosas que están lejos,
y mi tacto un torpe párkinson
que no me deja leer entre líneas
los secretos que me aguardan en tu piel.
Fracaso y triunfo son como ese pez
que se muerde constantemente la cola
mientras olvida si fue antes el dolor de cantar
o la herida.


Alberto Caride
en Ciudades jirón.
Lastura.

domingo, 3 de mayo de 2015

Vega Cerezo: Ella





















Aún no lo sabes

porque el mundo se agita y en cada sacudida
pierde un color: lindo y brillante.

No lo sabes porque tu piel
reconoce con torpeza la ternura.
Tu piel de quince abriles abraza
agradecida
lo que araña, escuece y sangra.

No lo sabes, Rocío, pero empiezas a estar
terriblemente enamorada del mundo.
Y a veces, ríes.



Vega Cerezo
en Soy un país.
Raspabook.

viernes, 1 de mayo de 2015

José Óscar López: Schönberg y Bukowski



Un hombre se despierta a cada instante
en un lugar equivocado, pero insiste
en dejar por escrito
(que escribe, que registra,
sin olvidar incluirse a sí mismo
en)
el peso y las dimensiones
de su pequeño mundo:
(apunta
en su cuaderno):

parejas que practican el amor
por pasillos repletos de botellas,
furtivos en las noches
de velos infinitos, de plástico y cortinas,
en ventanas y calles donde gatos
pasean señoriales. Los vigila siempre
la oscuridad y a ella nada se le escapa:
ni el rumor de las fábricas
ni las habitaciones vacías
que aguardan en la mañana
mientras él escuchaba a Schoenberg o algo así.

















José Óscar López
en Llegada a las islas.
Baile del sol.