Siempre me ha resultado imposible
mantenerme cerca del término medio.
A mis poemas en cambio no,
les basta con saborear las cosas
que no sucedieron para descubrir,
con la precisión de un sumiller,
a qué hubieran sabido.
Mis sentidos se me han vuelto imprecisos
con las cosas que están lejos,
y mi tacto un torpe párkinson
que no me deja leer entre líneas
los secretos que me aguardan en tu piel.
Fracaso y triunfo son como ese pez
que se muerde constantemente la cola
mientras olvida si fue antes el dolor de cantar
o la herida.
mantenerme cerca del término medio.
A mis poemas en cambio no,
les basta con saborear las cosas
que no sucedieron para descubrir,
con la precisión de un sumiller,
a qué hubieran sabido.
Mis sentidos se me han vuelto imprecisos
con las cosas que están lejos,
y mi tacto un torpe párkinson
que no me deja leer entre líneas
los secretos que me aguardan en tu piel.
Fracaso y triunfo son como ese pez
que se muerde constantemente la cola
mientras olvida si fue antes el dolor de cantar
o la herida.
Alberto Caride
en Ciudades jirón.
Lastura.
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