Alex Kratz
Mira las escenas grabadas en esta tarde de tormenta.
Las terrazas de los bares bajo la lluvia. El pelo húmedo de una chica que ríe antes de bajar por la boca del metro.
El leve color de los paraguas. Las aceras que brillan como el charol.
La primavera viene por el este como un canal recién sintonizado.
En la superficie de las antenas se reflejan las sombras de los vencejos que aún están por llegar.
Las primeras Flores se abren en los vestidos de moda femenina.
En lo que ves ya nada se mantiene inmóvil. Tiene el color de un refresco con Sabor a naranja.
Las nubes desaparecen porque se han ido a hacer cola a las taquillas de los teatros.
Fíjate cómo actúan los equipos de limpieza con los restos últimos del invierno.
Como la belleza es una gama de cosméticos en promoción.
Los peatones cruzan los pasos de cebra cada noche porque la vida canta en los micrófonos de las salas de fiesta.
Igual que entonces, sí, igual que entonces, la realidad se acerca a la barra y empieza dulcemente a beber.
También ahora las bailarinas de los musicales están fumando en las escaleras de servicio con sus labios de color del gin tónic.
Hay risas recorriendo las calles y conversaciones casi clandestinas.
Hay labios rojos como aquel cuadro pop de Alex Kratz.
Como la estela de un ascensor de cristal por la fachada de un edificio, la laca de tus uñas va dejando pequeñas señales luminosas en las sábanas de este hotel.
Ya no es tiempo de pensar, sino de ver de forma distinta.
Ya es tiempo de amar lo nuevo como se ama el futuro.
Ponemos la mirada en los confines como una manera de extender la vida.
La utopía viene.
Pero la utopía es tan frágil como la felicidad, tan frágil como esta primavera.
Recuerda que vivimos en territorios bajo vigilancia.
Diego Doncel
En El fin del mundo en las televisiones.
Visor Poesía.
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