domingo, 3 de mayo de 2009

Manuel Moyano: Plenilunio


A veces alguno de nosotros se transforma bajo el influjo de la luna llena: pierde todo su vello, las patas traseras se le alargan, su hocico se acorta y empieza a caminar erguido. Esa misma noche lo expulsamos para siempre de la manada y él se encamina hacia la aldea de los hombres, con el vano propósito de ser acogido entre ellos; pero allí le impiden el paso porque sus modales les parecen toscos, hiede a monte y ni siquiera sabe hablar. Repudiado por todos, el desdichado vaga durante días por los campos y termina quitándose la vida.

Manuel Moyano,
en El imperio de Chu.
Tres fronteras.

Acabo de leer también El experimento Wolberg de Moyano en la editorial menoscuarto. Si os gustó El amigo de Kafka este también despertará vuestro placer de lectores.

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