lunes, 12 de septiembre de 2011
B
Cuando dejo de ser flor,
molesto.
Pero lo duro era ser, lo
. ....................................... infatigablemente aciago.
Que yo contrajese alguna seria dolencia
favorecía enormemente a mi proyección literaria.
Como no encuentre trabajo, me marcho a Las Vegas.
En los Estados Unidos soy más guapa que en ningún sitio.
Pero he sido antipática y pretenciosa,
he sonreído por mi propio interés,
la ajetrada capitalista sexy;
compensé por mis días de importancia.
Ser
es lo difícil.
Cuando hablé sólo contemplaron mis labios.
¿Si me tomo un descanso eso
me hará irresponsable?
¿si soy vulnerable
seré pisoteada?
¿si me fuesen peor las cosas
me querríais acaso más?
Una profusa navaja es el proyecto de la identidad,
un ruiseñor mecánico la tarde.
Tanto souvenir acabará con Notre Dame
¿Dónde estabas cuando te necesité?
Yolanda Castaño
en Profundidad de campo.
Edición bilingüe. Traducción de la propia autora.
Visor. 2009.
Tu error al escribir el apellido de la poeta describe muy bien lo que me pareció a mí este libro. Esta vez no coincidimos, cosa rara, en la elección de poetas. Yo ahora enfrascado y disfrutando muchísimo de Julieta Valero. Esa no es ninguna castaña.
ResponderEliminarPues sí, ya he cambiado lo de la castaña. A mí el libro me ha dejado indiferente. Estaba en las novedades de la biblioteca regional y tenía curiosidad porque conocí a Yolanda Castaño hace unos años en Madrid.
ResponderEliminarSi uno está cansado de ser tan guapo, a lo mejor tendría cosas mejor que hacer que poetizarlo. Pero bueno, este blog es un catálogo de cosas que voy leyendo, no de todo, pero sí de algunas. A mí este poema no me disgusta.
escribir desde los avatares de la belleza, si la tienes o la has tenido, es tan válido como hacerlo desde cualquier otro espacio de tu existencia...
ResponderEliminarEs la tragedia de ser guapo.
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