martes, 22 de noviembre de 2011

Suzanne en el paraíso

Robert Capa


Suzanne lleva un abrigo de cuero
Sus piernas están aseguradas por multitud de puentes quemados.
Sus pantorrillas son turgentes como velas de balandro
en una límpida carrera, duras de tanto seguir la música
más allá de los mapas de cualquier público.
Suzanne lleva un abrigo de cuero
porque no es una civil.
jamás camina despreocupadamente ste Catherine abajo
porque con cada paso debe redimir
a las multitudes contrahechas y acecha el campo
de enormes granizos que jamás se derritieron,
hablo del cementerio.
¡Arriba! ¡Erguíos!
Suzanne pasa entre nosotros.
Lleva un abrigo de cuero. No se detiene
a vendar las fracturas entre las que camina.
No debe detenerse, no debe llevar
dinero consigo.
Multitud son los trabajadores de la caridad.
pocos sirven al lirio,
pocos sanan con la bruma.
Suzanne lleva un abrigo de cuero.
Sus pechos añoran el mármol.
El tráfico se detiene: la gente cae
de sus automóviles. Ni uno solo de sus más babosos
pensamientos son lo suficientemente salvajes
para construir la ciudad de cristal llena de hormigas
que ella astillaría con el tono de su peso.

Leonard Cohen
En Parásitos del paraíso.
Visor.
Traducción de Antonio Resines.

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