Tallaron en la costa un estanque somero
donde la piedra aflora blanda y lisa,
y al subir la marea acudían los peces,
pocos, cuantos concede un mar mezquino.
Los secaban al sol, el Sol de Ascanio,
el de los argonautas, el de Ulises,
al pie de unos olivos desmedrados
ajenos al auspicio de Atenea.
Tuvieron termas con un mosaico pobre
-un solo friso de teselas pardas-,
una taberna con un par de cántaros
y un lecho de ladrillo para mujer barata.
Ni una inscripción; los restos de una noria
y los de una sandalia, cuatro fíbulas,
una tanagra, el asa de un caldero
y una ánfora pequeña con los huesos de un niño.
Guillermo Carnero
En Regiones devastadas.
Fundación José Manuel Lara. Vandalia.
donde la piedra aflora blanda y lisa,
y al subir la marea acudían los peces,
pocos, cuantos concede un mar mezquino.
Los secaban al sol, el Sol de Ascanio,
el de los argonautas, el de Ulises,
al pie de unos olivos desmedrados
ajenos al auspicio de Atenea.
Tuvieron termas con un mosaico pobre
-un solo friso de teselas pardas-,
una taberna con un par de cántaros
y un lecho de ladrillo para mujer barata.
Ni una inscripción; los restos de una noria
y los de una sandalia, cuatro fíbulas,
una tanagra, el asa de un caldero
y una ánfora pequeña con los huesos de un niño.
Guillermo Carnero
En Regiones devastadas.
Fundación José Manuel Lara. Vandalia.
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