SE ESCUCHA UN BALIDO
entre los árboles ondulantes
y en un claro se deja ver
la oveja perdida.
Me desvela su deambular.
Sube y sube hacia la cumbre
dejando atrás tejados y verjas.
Y pienso: ¿es ella la perdida?
¿No estará guiando al amo
hacia la verdad del bosque?
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LUCIRÉ MI VEJEZ COMO UNA JOYA
de una ostentosa belleza
que después de toda una vida de ahorro
pude regalarme al fin.
Ana Pérez Cañamares
en El espejo discreto.
XVI Premio de poesía Vicente Núñez
Pre-textos poesía.
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