DROTTNINGHOLM
Una fotografía de hace años: mis padres
ante el palacio de Drottningholm
cerca de Estocolmo.
Era tal vez en septiembre,
un mes de despedidas y éxtasis.
Padre con una corbata
y el pañuelo de madre
(la elegancia de antes del 68).
Me miran con atención,
amigablemente, con mimo.
Y más arriba, encima de ellos,
las indiferentes nubes grises
y un poco de sol que ilumina
las siluetas de los turistas. Uno
quisiera entrar en su corazón.
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HIGOS
Los higos son dulces, pero duran poco.
Se echan a perder rápido al transportarlos,
dice el propietario de la tienda.
Como los besos, añade su mujer,
una viejecita encorvada de alegres ojos.
Adam Zagajewski
en Verdadera vida.
Acantilado.
Traducción de Xavier Farré.
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