Soy casi indestructible, porque tuve
una niñez feliz,
porque me amaron
y supe que me amaban, y aún lo sé.
Soy casi invulnerable,
cuando tengo
a mis hijos en b razón, y procuro
que sepan que los amo, y amaré.
Soy casi irreductible, porque vivo
de rescatar al niño aquel que fui.
La infancia es el sustento de mi fe.
Carlos Marzal
En Euforia.
Tuesquets.
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