CIELO RASO
A francisco Ramallo y Sebastián Chisari
Uno de eso días en que todo
nos parece nítido y extraño:
el agua al filo del pavimento,
los cascos resplandecientes
de los barcos,
los grandes ovillos azules
y limpios de las redes,
nuestros jerséis bocones
de punto con el olor del otro,
la familiaridad con que el mundo
nos acoge y quita peso.
¿Nítido y extraño? Sí,
cada cosa que hacemos
pasa un signo de interrogación
a las otras: encontrar
placer al desenroscarnos
por las cuestas del pueblo,
hallar vida en las paredes
descarnadas de los balcones,
mirar hacia los lados, sonreír.
EXÁCTAMENTE IGUAL
No tener es no tener,
tenerlo.
Con qué coraje.
Con qué frontal
acuden las notas de su ímpetu.
Estremecerse donde
se abre una tapadera,
cocinar las cosas no cocinadas,
el fuego ajeno, propio.
Los viceversa vibran
al cruzarse de lado.
Luis Muñoz
En Vecindad.
Visor poesía.
A francisco Ramallo y Sebastián Chisari
Uno de eso días en que todo
nos parece nítido y extraño:
el agua al filo del pavimento,
los cascos resplandecientes
de los barcos,
los grandes ovillos azules
y limpios de las redes,
nuestros jerséis bocones
de punto con el olor del otro,
la familiaridad con que el mundo
nos acoge y quita peso.
¿Nítido y extraño? Sí,
cada cosa que hacemos
pasa un signo de interrogación
a las otras: encontrar
placer al desenroscarnos
por las cuestas del pueblo,
hallar vida en las paredes
descarnadas de los balcones,
mirar hacia los lados, sonreír.
EXÁCTAMENTE IGUAL
No tener es no tener,
tenerlo.
Con qué coraje.
Con qué frontal
acuden las notas de su ímpetu.
Estremecerse donde
se abre una tapadera,
cocinar las cosas no cocinadas,
el fuego ajeno, propio.
Los viceversa vibran
al cruzarse de lado.
Luis Muñoz
En Vecindad.
Visor poesía.