No sé cómo ni dónde he tomado conciencia
de mí, de este animal que escucha el viento,
como si fuera un aparecido,
con sus frufrú almidonados en la niebla
y que descubre, en este parque suburbano,
la música torpe del mundo desplegar su armonía
de bestias y de insectos aquí en su corazón.
Ah, que ve seres que se hacen zumbidos
de un más allá absurdo cuando miran al cielo,
que siente cómo la alta tecnología del dolor
berrea en las praderas de la conciencia
los misereres de su propia infelicidad,
que oye sólo el ruido y el misterio de sus sentimientos
en este repetirse de los días.
Ah, y entonces, ¿dónde puedo encontrar
una razón humilde para permanecer aquí
como la imagen de un espejo que la vida
va desfigurando? ¿Y en qué lugar
de la vida puedo tomar conciencia de quién soy?
Diego Doncel
Fragmento de Aún
tengo realidad.