Este otoño las piedras se cubren con la manta
de musgo; y el barro bebe el agua; y el viento viaja
junto a los muros. Pero yo, sin ti, me acuesto helada sobre la cama
y digo palabras que queman la boca por dentro: amor,
saudade, tu nombre y los nombres de las cosas que tocaste
(y sobre las que dejo crecen el polvo para que los días
no se calquen siempre a otros días). Después
cierro los ojos sobre la almohada y veo el rostro blanco de la casa
dibujarse a la medida de tu ausencia: las ventanas se abren
hacia la soledad de los callejones y hay un harapo de luz bajo la puerta
a la que nadie vendrá a llamar. Me pregunto por dónde anda tu
sombra cuando noestás aquí. Y tengo miedo. Estos son
los bandazos de una vida pequeña: bordar un mantel
para después mancharlo de vino, sentir la herida en la distancia
del puñal, vivir esperando un dolor que ha de llegar.
Maria do Rosário Pedreira
En Una casa con palabras dentro.
Huerga & Fierro editores.
Traducción de Verónica Aranda.
de musgo; y el barro bebe el agua; y el viento viaja
junto a los muros. Pero yo, sin ti, me acuesto helada sobre la cama
y digo palabras que queman la boca por dentro: amor,
saudade, tu nombre y los nombres de las cosas que tocaste
(y sobre las que dejo crecen el polvo para que los días
no se calquen siempre a otros días). Después
cierro los ojos sobre la almohada y veo el rostro blanco de la casa
dibujarse a la medida de tu ausencia: las ventanas se abren
hacia la soledad de los callejones y hay un harapo de luz bajo la puerta
a la que nadie vendrá a llamar. Me pregunto por dónde anda tu
sombra cuando noestás aquí. Y tengo miedo. Estos son
los bandazos de una vida pequeña: bordar un mantel
para después mancharlo de vino, sentir la herida en la distancia
del puñal, vivir esperando un dolor que ha de llegar.
Maria do Rosário Pedreira
En Una casa con palabras dentro.
Huerga & Fierro editores.
Traducción de Verónica Aranda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario