Igual que Kirsten Dunst,
inmóviles,
nos limitamos a contar las horas
mientras ese planeta se aproxima.
No deseamos nada.
Solo, tal vez, que el fuego
nos ilumine un poco, antes de
quemarnos.
Natxo Vidal
En Mi parte de la pólvora.
Huerga & Fierro editores.
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