Más que en palabras, pienso en veranas altas:
el cristal en donde cabe el sol y, más allá,
el hondo aire azul, que nada muestra,
y no está en ninguna parte, y es interminable.
Philip Larkin
En un mundo con más cielo que tierra,
como en las perspectivas Serena de van Ruisdael,
la mañana comienza a acumularse
sobre los edificios
y las escalinatas de las plazas,
en las franjas de luz de los balcones.
Con su semilla dentro,
envolviendo las cosas con el lenguaje del cuidado,
la claridad de instala entre nosotros,
reivindica para los sentimientos
la precisión de los matices.
Tiene la porcelana de este día
el descascarillado de una antigua pobreza,
pero lleva su luz a casi todas
las casas de los hombres: la luz mediterránea,
la luz continental, el cielo clásico,
los metales dolientes de un paisaje
que el alma, preservándolo, condena a repetirse.
Me asomo a la ventana como a un libro de imágenes.
Nuestra estirpe lleva sobre sus hombros
la alta aguja del sol.
Los días que salen buenos, a la vida
le perdonas la ofensa de la muerte.
Basilio Sáchez
En Cristalizaciones.
Hiperión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario