Así como el delfín solea su ágil cuerpo
si un destello de luz lo atrae allá en la altura
y salta y abandona así, por juego, el agua
en un impulso limpio, alegre
y es puro brillo y gracia en superado límite
y vibra pleno, y sólo así respira,
ya en su cielo, por encima del mar,
Así también yo solo, en completo abandono,
dejo a veces el mundo, enamorado
de un destello divino
y asciendo, fiel, un hondo instante
a bañarme en su luz
y doy todo mi amor en el esfuerzo, el juego,
y sólo así respiro, y sólo así
puede mi corazón seguir latiendo
después de nuevo aquí con alegría.
Mario Míguez
En Difícil es el alba. Antología poética.
Edición de José Cereijo.
Renacimiento.
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