Al sol del patio de ella escuela,
como un sueño o visión febril,
amarillea la morera
con el oro más verdadero
del otoño.
A sus pies, la alfombra esponjosa y dorada
de hojas recién caídas
se abre a mis ojos aturdidos,
y a duras penas puedo reprimir
un deseo ancestral
de volver a ser pequeño
y de lanzarme y revolcarme
en el lecho de hojas crujientes,
sin tiempo y sin obligaciones,
desnudo y sin necesidades.
Valentín Carcelén
En El pasado.
Chamán ante el fuego.
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