miércoles, 11 de junio de 2014

Raquel Lanseros: Plegaria del clarividente



Ayúdame, Señor, quien quiera que tú seas,
espectro, voz en off, deidad doméstica,
incógnita, yo schopenhaueriano,
hálito cuántico del cosmos unitario.

El enigma delante, lo irrecuperable
detrás, entre pareces vacías y selladas.
La muerte es un amante insobornable
que ignora veleidades en lo lúbrico.

¿Hay resguardo allá arriba? ¿Algún atajo?
¿Es posible un lugar donde la idea
anticipe a quien ha de concebirla?


Llévame a contemplar la intensidad.
Y dime que no es tarde.
Cierro el portón, que quede bien cerrado.
No me sirven las cosas.
      Todas me son ajenas.

Sé que voy a marcharme sin bolsillos.



Raquel Lanseros
en Las pequeñas espinas son pequeñas.
XXIX Premio Jaén de Poesía.
Poesía Hiperión.

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