lunes, 28 de septiembre de 2020

Juan Cobos Wilkins: Casa vacía

 ¿Qué quedará de esta casa herida

como la corza herida, asaeteada,

que a través del bosque huye desangrándose?


No la mesa donde se compartió el pan

y por la vida brindamos con generoso vino,

no el arca de madera labrada que contuvo unas cartas

venidas de muy lejos, ni la antigua vajilla

tan frágil como estas mariposas esmeraldas, azules,

bellas durmientes en cajas de cristal, no los visillos

que el viento sin oeste agita en el otoño como velas latinas,

ni siquiera los cuadros de pintores amigos o esas primeras

ediciones, páginas dedicadas...


Si acaso de esta casa

herida como la loba herida

que cruza el bosque nevado desangrándose,

quizás, tal vez,

la luz que nos persigue, la luz que nos sorprende

como amante distinta cada hora y el eco de un abrazo

urgente o un beso inesperado, la risa de unos días

como gran cesta roja de manzanas, los sueños

por soñar aún despiertos en la colcha de boda.

¿No más?

Y el misterioso

latido del corazón que trasplantaste

en cada uno de tus libros.


Más no. Nada

de cuanto ardió aquí contigo, en vida, quedará.




Juan Cobos Wilkins

en El mundo se derrumba y tú escribes poemas.

Fundación José Manuel Lara.

Vandalia.