jueves, 12 de marzo de 2020

Ángel Manuel Gómez Espada: Estrella polar

La ciudadanía duerme.
Tarde ha remitido la lluvia.
Regresas a casa
Tras una jornada cotidiana
De trabajo maltrecho y roto.
Esquivas los charcos
mientras silbas a Mozart
y te sientes dulcemente cansado.
Ningún motor de coche
atropella tus divagaciones.
Ninguna luz de neón
aturde tus memorias.
Ningún llanto de perro,
ninguna salida de tono.
La ciudad está dormida,
hastiada de los noticiarios
y de la vida secundaria.
Te ofrece todos sus secretos
y tú los rechazas con vago gesto,
con un silbido dulce
que imita al violín
que imita al jilguero
que escuchó en su día
el austriaco inmortal.
La cuidad está durmiendo.
Entera para ti se entrega.
Te ofrece descubrir sus laberintos,
sus hermosos rincones clandestinos.
Pero estás cansado.
Prefieres aligerar el paso,
regresar a casa. Tienes prisa.
Apoyas tu alma en el paraguas.
Estás deseando abrir la puerta,
Entrar, dejar las llaves,
quitarte el abrigo,
besar su nuca.
Besarle la nuca a tu estrella polar.
Brújula que te orienta.
Que te salva de laberintos.
Que resuelve crucigramas por ti.


Ángel Manuel Espada
En Postales en una caja de galletas.
Editum. 

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