sábado, 25 de mayo de 2024

Karmelo C. Iribarren: Las cuentas del abuelo

 El último sol de la tarde 

abandona las fachadas de enfrente 

con una caricia lenta, 

agradecida.


                      Si por él fuese, se quedaría 

un rato más entre nosotros, 

pero en las calles 

las farolas manchan ya de amarillo 

las aceras 

                    y el tráfico 

ha empezado a desquiciase: 

pequeños síntomas 

de que su retirada no tiene vuelta atrás.


Nada grave.

                     Sencillamente 

otro domingo que se va.


Solo los viejos 

lo ven marcharse 

con melancolía.


Ellos hacen otras cuentas.

                                            A ellos 

nunca loes parece un día más.




Karmelo C. Iribarren

en La última del domingo.

Visor poesía.


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