sábado, 25 de mayo de 2024

Karmelo C. Iribarren: Las cuentas del abuelo

 El último sol de la tarde 

abandona las fachadas de enfrente 

con una caricia lenta, 

agradecida.


                      Si por él fuese, se quedaría 

un rato más entre nosotros, 

pero en las calles 

las farolas manchan ya de amarillo 

las aceras 

                    y el tráfico 

ha empezado a desquiciase: 

pequeños síntomas 

de que su retirada no tiene vuelta atrás.


Nada grave.

                     Sencillamente 

otro domingo que se va.


Solo los viejos 

lo ven marcharse 

con melancolía.


Ellos hacen otras cuentas.

                                            A ellos 

nunca loes parece un día más.




Karmelo C. Iribarren

en La última del domingo.

Visor poesía.


Almudena Sánchez: Tres poemas de Gramática de mi madre.

 MASCULINIDAD

Crezco y es grande la desilusión:

las orejas son las de mi padre.



VENENO


Toco el piano para e oigas


Do-re-mi-fa-sol


Y tu orgullo electrifique 

los guantes de podar.

Y de la tela de los guantes 

salga un rayo 

que parta en dos el ciprés, 

la palmera y el cactus aburrido.


Cuánto jardín 

para tan poca catarsis.


si me trago tus semillas 

a golpe de medicamento 

es para que florezca algo 

dentro de mi estómago: 


un magnolio.


He hablado con mis tripas: 

son peores que mi cabeza 

cuando imagina ecosistemas 

y bandadas de estorninos 

volando por ahí.


El otro día vi un hierbajo 

indomesticable.

Era hermoso entre tanta pulcritud.


Ojalá una serpiente nos vigile hipnótica 

y nos quedemos inertes, 

algo erizadas, 

compartiendo ese terror salvaje.



TRÍPTICO DE LO QUE NO


Tres cosas no acaban nunca-


La guerra.

La sed.

Y la madre.






Almudena Sánchez

en Gramática de mi madre.

La uña rota. 




lunes, 13 de mayo de 2024

Diego Roel: Poemas de Los cuadernos perdidos de Robert Walser

 SOY COMO EL OBJETO MÁS INSIGNIFICANTE


En aquello que cae me afirmo

y crezco.

Quiero olvidar y ser olvidado.


Me disuelvo en la percepción

del paisaje, me hago invisible.


MICROGRAFÍA


Cada paso que doy es 

una experiencia.


Dejé atrás la vida de los hombres.


Pájaro que visitas mi ventana, 

yo te bendigo.

Botón de mi camisa, 

yo te bendigo.

Luces y sombras del camino, 

yo las bendigo.


Sí, amo la piedra en mi zapato.


EL ESTANQUE


Me mantengo siempre en el borde.


Me quedo ahí, donde un abismo 

llama a otro abismo.


Mi nombre nunca fue 

una casa sólida.


La nieve, que todo lo borra,

me borrará del mundo.



Diego Roel

En Los cuadernos perdidos de Robert Walter.

Visor de poesía.

XXXVI Premio Loewe.