Conoces esa sensación de atravesar la corteza,
la densa oscuridad oh no del pequeño cuarto
con paredes demasiado estrechas, tan predecibles.
Tintineo y súbito esfumarse de juguetes que son de la memoria
y por error aparecen ahí, vagando asfixiados
en la página del dolor.
Peor
responde cuando pregunto,
a pesar del (¿era abril?) brillo vivaz de sus ojos:
"salimos a remar por el Lago Como"
asoma apenas de sus labios.
Nuestro amor, ese locuaz instigador,
recorre el cuarto
azotándolo todo
y se esconde otra vez.
Anne Carson
en Decereación.
Vaso roto poesía.
Traducción de Jeannette L. Clariond.