domingo, 20 de enero de 2019

Pilar Adon: poemas de Las ordenes

EL SILENCIO NUNCA es tan grande
como cuando algo lo rompe.



SOLO QUIEN TIENE el amor
lo cree imprescindible.




No descuido la escritura
sino a mi misma.

Ingeborg Bachmann


¿QUIÉN ME VA A CUIDAR cuando sea vieja?
¿Quién me va a esperar, feliz de verme?
Cabello de nudos. Sin cepillados nocturnos.
Peines y espejos de plata.
Sola en mi sillón. Harta del cansancio y los sermones.
Sin hijos que me bañen,
me cocinen asado con puré,
me traigan jerséis de talla grande,
me laven los pies y las axilas
cuando queden ya pocos motivos para existir.
Vencida por los razonamientos
sobre aquello de recoger lo que se ha sembrado.
Celebraciones, cumpleaños y fiestas
en perspectiva de una soledad redonda.
¿Quién va a venir a verme
los fines de semana?
Si no soy madre.
Si vivo sin reconocer la devoción, el auxilio.
La ternura. Las vistas a los amigos dolientes.
Entre evasivas, papeles y libros,
alejada del sentimiento original.
Escapando de la llamada primera.
Sin saber que es la entrega.
Qué la piedad. Qué la delicadeza
de los niños fotocopia. Su mente dulce y sencilla
como trozos de manzana asada. Como bolsas
de osos Haribo.

¿Quién va a abrazarme cuando sea vieja?
Y esté sola. Y no haya quien quiera hablarme. Y
las cortinas se prendan fuego
y las llamas asciendan hacia el techo. Y nadie
pueda acercarse
al teléfono. Para llamar al servicio de extinción
de incendios.


Pilar Adón
En Las órdenes.
La Bella Varsovia/ Poesía

jueves, 3 de enero de 2019

Miquel Martí i Pol: El año que viene

El año que viene ya nadie se fijará en nosotros.
Ahora somos recién llegados y nos miran con desprecio
hasta los que llevan aquí cuarenta años
y nada les altera.
Tenemos un aire aturdido y tenaz
que hace reír a las mujeres
y apenas si nos atrevemos a girar la cabeza
por temor a perder el equilibrio.

De aquí a un año, sin embargo, habremos mudado la piel,
llevaremos la ropa con más desenvoltura,
perseguiremos a las chicas
y tendremos que decir palabras duras
sin sentir que nos tiemblan las piernas.
Será entonces el momento de esperar a los otros,
a los recién llegados con turno de entrar en juego
y formar parte ya para siempre del bando que odiábamos,
el moemento de intentar formas nuevas
de ganarse el halago con una risotada
de estúpida complicidad,
o tal vez una ruidosa blasfemia de sorpresa.

Y envejecemos deprisa,
porque nada cansa tanto como lograr
en un solo año todo lo que anhelábamos.

(De La fábrica -1959, 1958-1959)




Miquel Martí i Pol
En Un dia qualsevol/Un día cualquiera.
Traducción de Adolfo García Ortega.
Nórdica libros.

miércoles, 2 de enero de 2019

Joaquín Juan Penalva: Dos poemas

DESDE EL TREN

En Alcázar de San Juan,
junto a la vía,
hay un cementerio
de vagones de tren
abandonados,
viejos, rotos...

En Alcázar de San Juan,
junto a la vía del tren,
hay un cementerio
de historias
-cada vagón
guarda la suya,
cada asiento,
cada litera,
la nuestra-;

esta es una de ellas.



RECORTES DE VIDA


A veces encuentro
recortes
de periódico
sobre algo que ya escribí,
sobre algo que pensaba escribir,
sobre algo que me interesó
y ahora ya no recuerdo por qué.

Los releo,
los recuerdo,
los destruyo...
Es la vida, me digo,
nada sobrevive a todo.


Joaquín Juan Penalva
en Anfitriones de una derrota infinita.
Huerga & Fierro.