lunes, 15 de julio de 2024

Rosana Acquaroni: 1

 Vi la cierva que el bosque

eligió parra mí como encendida

quietud tras el ramaje.


No me atreví a moverme.


Mi corazón cosía sus pedazos

de piel entre las hojas.


Solo un perfil mostraba.

Era un ojo que mira

como un hueso de níspero

flotando en el estanque.


Habló mientras la nieve

                se cubría de pájaros:

—Hay que vivirlo todo—.


Y en su hocico de museo

temblaba un avispero.


Después,

suspendido ya el tiempo

atrapada en el ámbar del instante

levantó la cabeza

                       —su tronco moteado.

Sus cuatro extremidades—.


Desde entonces 

                               me digo la verdad.


Cada mañana vuelvo

a la senda vacante

por ver si ella me aguarda.


En las horas de insomnio

siento su lengua que me arde

como un alga en la cara.


Ya me vence el cansancio.


Pero si ellos regresa,

si la cierra viniera de nuevo a mis oídos

yo les pondría fin

                              a estas palabras.



Rosana Acquaroni

En 18 ciervas

Bartleby Editores


lunes, 8 de julio de 2024

Luis Muñoz: Irrupción

Hay un codo de sombra
hundido en a pared del cuarto.

Las palomas se fían
de las semillas puestas
en el alféizar.

El viento que las mueve,
verde y puntiagudo,
reluce en las vetas
de los recuerdos nuevos.




Luis Muñoz
en Un momento.
Colección Visor de poesía.

martes, 2 de julio de 2024

Rosa Berbel: Nuevos propópistos

El día de año nuevo nos tumbamos en el césped.


No hacía nada de frío y nos habría gustado

oler a cloro, arrancar las baldosas,

recrear un agosto largo y ancho.

Te cogía de la mano con deseo

igual que en esas fotos preciosas del futuro.

Pero la piscina estaba vacía.


Luego empezó a llover copiosamente

y la lluvia tiraba las guirnaldas,

embarraba la imagen.

No teníamos costumbre de la lluvia,

Ni de un amor tan árido

que nos hacía correr a todas horas,

dando vueltas en círculos.


Cuando paró la lluvia, regresamos a casa.

La fiesta había acabado para siempre.



Rosa Berbel

en Los planetas fantasma.

Tusquets.

sábado, 29 de junio de 2024

Juan Cobos Wilkins: Dos poemas de Los no amados

Un día

llega la vida

y tú no estás.


Os abandonasteis igual que la serpiente deja

la piel mudada del cuerpo que contuvo, y sigue

su camino. 


LOS AMANTES MÍSTICOS


Como poetas enganchados,

con mono,

que urgentemente necesitan

un chute de san Juan de la Cruz.


De esa forma se buscan,

con el ansia que inflama

el saberse ya en vuelo,

mas idos.


Adicción, llama viva.


Nadie podrá sanarlos, es de amor su ejercicio.




Juan Cobos Wilkins

en Los no amados.

Burtleby Editores.




viernes, 28 de junio de 2024

Alberto Caride: 40

 A CIERTA edad, lo valioso no es

tanto el qué de las cosas,

no es el tacto de la cama recién

deshecha, el brillo de lo que puede verse

con los ojos cerrados, ni siquiera

la ficción de los triunfos pasajeros.


A cierta edad, lo importante,

es la sinestesia, aquello que incita

a seguir el rastro: ver con las yemas

de los dedos, reconocerte en el sonido

de otro cuerpo o que el olor de las cosas

sea intertextualidad y no verso.



Alberto Caride

en El síndrome de Guillain-Barré.

Colección Sudeste.

sábado, 22 de junio de 2024

Domingo Llor: varios poemas de Morada de raíz, aliento de sueño.

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu, pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.

-Friedrich Nietzsche-


SUAVIZANTE


Asomado a un ojo de buey ves tu ropa girar.

Sus colores envueltos

en los remolinos de ese mar espumoso

que sostiene tormentas y calmas

programadas para borrar

nuestras lacras más superficiales:


Vestigios de sudor que impregnan aquella piel

con que afrontamos el desafío

de ser aceptados por el resto de la tribu,

o el coraje necesario

para remar contracorriente.





EL VAPOR DE LOS SUEÑOS


La cafetera ruge

como un tren a punto de descarriar.


El expreso de media noche

ceba el umbral de los sueños

con el vapor de su esencia.


Tumbado entre los raíles de un cambio de agujas

sientes crecer un temblor:

La vida, implacable,

te pasa por encima.




Para llegar a ser lo que soy, una cosa casi no visible,

He necesitado mucho, mucho más que el universo.

-Antonio Porchia-


ESTRELLA FUGAZ


Lejana luz 

que surcas, tan rápido, 

entre la frialdad 

y la caricia.


Nada te pido, 

solo que respondas, 

antes de extinguirte, 

con tu aliento de sueño.



Domingo Llor

en Morada de raíz, aliento de sueño.

La nube de piedra/Poesía


domingo, 16 de junio de 2024

Alberto Chessa: V (En el Libro del viaje nocturno, Ibn Arabí)

 En el Libro del viaje nocturno, Ibn Arabí

sugiere que la Tierra es un esbozo

de algo futuro, algo que aún está por llegar.


Así de extraño es el amor también:

solamente sonándose a sí mismo

acaba por cobrar verdaderamente apariencia.

El sueño del amor es su verdad.


Mi amor, te hablo a ti ahora: entra en la tierra.

adentro está la casa. Ayúdame

a distinguir raíces de cimientos,

los surcos de las grietas, el riego de la sangre.

Rodemos hacia arriba,

perdámonos en el ascenso:

hierbas que crecen tierra afuera,

anémonas de luz en el relámpago.


En tus manos el cielo queda cerca,

promesa de otro cielo ya sin sombra,

abanico de luna. En tu secreto

crecen las flores

como crecen tus manos, más y más:

hasta alcanzar la altura de un planeta,

hasta el amanecer de un orbe

ni siquiera soñado todavía.


Hoy te llamas amor. Tu voz gatea

por las montañas, abre

rutas al aire para que se filtre la luz.

Trabajemos la tierra desde el aire,

desde las alas, desde el vuelo,

con la sabiduría que da el haber amado.

Al fin llegó la hora, nuestra hora,

y es la hora de vivir todo en plural:

las semillas, los frutos, las cosechas.


Escucho en ti la música del agua.

Soy de ti, formo parte de tu arcilla.

No dejes de venir, hay tarea pendiente.

Hemos de completar el cielo de otra Tierra





Alberto Chema

en Palabras para luego.

Colección Signos de Huerta y Fierro editores.