Foto de Brad Moore.
Yo la imagino aún siendo capaz
de imaginarlo todo sin hacer
sentir a quien la escucha irresponsable
de sus propios delirios y razones.
La imagino también imaginando
lo bello más que todo cuando es uno,
cada cosa más bella que si fuese
única, porque ha sido imaginada
para serlo y, por tanto, imaginada
hasta el más mínimo detalle. Tú
la imaginas como si fuese ella
la que nos imagina juntos porque
es difícil imaginar que no
lo hemos estado siempre, hasta este día
de la historia que acaba, como siempre,
entre el polvo y los puntos suspensivos,
o entre paréntesis, como las grietas.
Y por eso imagino que te amo,
que la luz se desnuda en tus orillas
y va a dormir donde la noche duerme;
y que si el tiempo alguna vez sonríe,
si esta nostalgia de los propios rasgos,
que enciende el aire del amanecer,
hace al tiempo sentirse menos solo,
será porque recuerda cada vida,
y el tiempo de la flor entró en la rama,
y sube hasta tus pies la tierra entera,
y tú has vivido el tiempo suficiente.
Abraham Gragera
El tiempo menos solo.
Editorial Pre-textos.
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