lunes, 23 de octubre de 2017

Maram al-Masri: Tres poemas

MARIE

Madre: Madeleine
Padre: André
Edad: 32 años
Profesión: empleada de Hacienda

Desde que él me dejó
el frigorífico se ha convertido
en mi amigo, mi marido y mi amante.

Lo abro a todas horas
"Mmmmh...
¿Qué me escondes, querido?"

Sabe sorprenderme,
sabe seducirme,
me ve desnuda
a veces sonriente,
a menudo llorando,
y cuando está vacío
lo vuelvo a llenar a toda prisa
de vida
insatisfecha.

El frigorífico es grande como mi cuerpo,
frío como mi cama.


HATIFA

Madre: fallecida
Padre: Safar Alí
Edad: 16 años
Profesión: La muerte no le ha dejado trabajar


¿Es un crime
si mis pues se alegran de tocar la esencia
de la tierra
cuando bailo?

¿Es un crimen
si desnudo mis hombros
y dejo flotar mi pelo?

¿Es un crimen
pintarse los labios
y decir que tengo boca?

¿Es un crimen
si soy una chica
como todas las otras chicas del mundo?

¿Si tengo un cuerpo,
si duermo
si canto
si escribo
si tengo deseos
si amo?
¿Es un crimen vivir en un país
donde ahorcan
la libertad?


PENÉLOPE

Pasé ante una ventana cerrada
con el picaporte roído por el polvo,
vi a Penélope
tejiendo su lienzo de larga espera.

Quería que parase
que se calmara
que se lavara
que se perfumara
para tomar una taza de café en la cagetería
o que fuese al cine
o que leyera un libro
o que fuese a la peluquería
para cambiar de cortte.

"Él no vendrá", le dije.
"Sal, Penélope
sufre, ama, canta, baila, emborráchate,
tus senos se van a vaciar
tus cabellos van a encanecer
tus aguas se van a desecar..."
Pero ella siguió
sorda a las llamadas de la vida,
prisionera del mito.


Maram al-Masri
en Almas con pies desnudos.
Trauducción M. Guillermo +E. Castejón
Nausícaä.

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