lunes, 8 de enero de 2024

Rafael Espejo: Dos poemas de Criaturas del momento

SUEÑO CON ACACIA 


Sueña que está sentado

a los pies de una acacia.


No en campo abierto,

no al margen de un camino.


Sólo un hombre en el sueño

de una acacia:


si observa los ramajes

desenreda esos brazos, o los poda

espantando algún búho,


y si gira la vista hacia la tierra,

tras cada parpadeo,

un ocaso

la vuelve más pesada.


Sin embargo no está 

meditando, no es

una mente eremita.


Hay alguien más de fondo

invisible, sentada.


Hacen silencio juntos.


Se atraen en secreto,

como todas las cosas.


Es algo que unos ojos

no podrían captar.


Se ve lo que no hay,

lo que se ve no siempre

coincide con su imagen:


ahora se levanta,

da un suspiro,

camina


y a cada paso suyo el horizonte

se mueve un paso atrás,


y otras huellas se imprimen

junto a él en la tierra


pero no tienen cuerpo,

van sin pies y sin rumbo...


Queda un presentimiento que se asume,

un enigma, entre sombras

aquél búho

que sale y se disipa... Al despertar


todo lo deja allí,

nada trae de vuelta.


Si acaso el hormigueo de una mala postura,

agujas en los brazos

podados

de la acacia.


___________



PURA FE


He aquí mis perros: Sagan y Pandora.


Ellos no saben cómo me llamo yo,

les es innecesario,

les basta con oler para encontrarme


sentado a mi escritorio,

rumiante de silencio, buscador

inmóvil.


Me acompañan tumbados en la alfombra,

aunque no esperan nada: pura fe.


Si acaso gimotean como niños con sueño

les devuelvo un abrazo

pasándoles la mano por el lomo.


Y así hacemos el vínculo.


Pero habitamos mundos diferentes.

En nuestras caminatas,


mientras los veo remover la tierra

sin hacerse un lugar, sólo escarbando,


siento que no cabría

en mí, que sin lenguaje

yo andaría perdido entre la realidad.


Por eso les envidio su galope fácil:

carece de abstracción.

Mis perros no conocen la palabra mañana,

son libres


pues no han pensado nunca

en la libertad,

son el ser en su ser,

el ser los ha cortado a su medida...


¡Qué lejos las ideas de vosotros,

ah, criaturas del momento¡


Cuando se acercan a lamerme van

hacia alguien más concreto y más tangible

del que creo que soy,

ya que no se proyectan

en lo que miran.


Yo en cambio sólo veo dos seres entrañables,

imaginarios

como todo amor.




Rafael Espejo

en Criaturas del momento.

Pre-textos.


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